No sé
explicar por qué escribo. Quizá no sea necesario. Pero intentaré explicar(me) por
qué no puedo vivir sin leer. La razón más importante es el nombramiento. Se me
escapa aquello que no puede ser puesto en palabras y me genera terror. En mi
obsesión de entendimiento yo soy pregunta. Y lo que siento, mis claudicaciones,
mis incongruencias, mi caos, necesita un sitio. Un acercamiento a la
comprensión aun cuando pueda no ser respuesta y si respuesta incluso no
definitiva. En los libros otros nombran lo que yo no sé explicar. Alguien ya ha
sentido lo que yo siento y es un alivio. Y si tiene nombre, existe, cobra
forma. Consigo entonces materializar de algún modo mis hilos interiores y tejer
con ellos un abrigo. Las palabras que encuentro en los libros son mis agujas de
tejer. De otro modo, todo mi caos, sería solo hilos sueltos.
Me ha parecido curioso lo que dices, pero creo que lo entiendo. En mi caso, como soy tan negada para escribir ya ni siquiera tengo esa inquietud, pero sí que reconozco que con el paso del tiempo le doy mucho valor a las palabras, mucho.
ReplyDeleteBesos, Maia.
El valor de la palabra no es intrínseco. Por ejemplo, si tú me dejas un comentario en este blog, para mí adquiere un valor especial. Gracias siempre, Blue
ReplyDelete